La Fraternidad Internacional de Hombres de Negocios del Evangelio Completo (FIHNEC) es una de las organizaciones más grandes del mundo constituida por hombres laicos, fundada en 1952. Hoy en día estamos en más de 95 naciones en los 5 Continentes del mundo. Nos reunimos en los diferentes Capítulos establecidos en cada ciudad. Nuestros miembros y líderes incluyen toda raza, lengua, cultura, condición social y profesión.

Nuestra organización tiene como misión, exaltar a Jesucristo por medio de nuestro testimonio de vida, llevando el mensaje transformador de Dios de un hombre de negocios a otro hombre de negocios a través del testimonio en forma directa y personal, en nuestras reuniones de Capítulos o a través de eventos estratégicos, saliendo de nuestros locales de reuniones y llegando a centros de trabajo (empresas, instituciones privadas y públicas); centros educativos y de formación (Escuelas, Colegios, Universidades), Hospitales, (Unidades Militares y Policiales), Centro de Salud, casas de habitación, etc. En esencia:

1. Conducir a las personas al conocimiento de Jesucristo.
2. Alcanzar hombres, mujeres y Jóvenes en las naciones para Jesucristo.
3. Traer a las personas de regreso a Dios.
4. Ayudar a las personas a creer para ser bautizadas en el Espíritu Santo para que crezcan espiritualmente.
5. Equipar y entrenar a los hombres, mujeres y jóvenes para cumplir con la gran comisión.
6. Proveer una oportunidad para compañerismo cristiano.
7. Propiciar una gran unidad entre las personas en el cuerpo de Cristo.

Extracto de la visión dada por Dios al fundador de nuestra organización Demos Shakarian: “La visión es la gente. La visión es el Espíritu Santo que cambia y transforma vidas. La visión es Dios rompiendo las cadenas de opresión en las personas que aún no tienen una relación personal con Jesucristo, pero cuando él llega a sus vidas las hace libres espiritual, psicológica y físicamente. Estas personas pasan de muerte a vida”.

Visión dada por Dios a Carlos Roberto Pinel, Presidente Nacional para FIHNEC Honduras: “Veo por lo menos un Capítulo consolidado en cada municipio de nuestra nación y, en cada comunidad donde haya un local adecuado para que funcione un Capítulo, ahí será abierto uno. Presentar a nuestro Señor Jesucristo a por lo menos un miembro de cada familia de nuestra nación a través de eventos estratégicos o por medio de la evangelización personal”.